Gama BMW xDrive 2013
Asistimos a la presentación en Sierra Nevada de la Gama BMW xDrive 2013, donde hemos tenido una primera toma de contacto con las novedades más destacadas de la marca.
BMW 335i Sport Line
La sexta generación del nuevo BMW serie 3, denomidado internamente F30, ha llegado recientemente a los concesionarios para sustituir al E90, que llevaba a la venta desde 2006 y que recibió un restyling en 2009.
El Serie 3 ha sido siempre el sedán deportivo por excelencia, y uno de los iconos de la marca bávara, por lo que cada nueva generación supone un gran reto en un mercado cada vez más reñido, y si bien antes su única competencia directa podía ser un Mercedes Clase C, en los últimos años el Audi A4, el volvo S60 y el Lexus IS se han ganado su plaza por derecho propio en el segmento de las berlinas premium.
Desde el punto de vista estético, el diseño de la carrocería vuelve a resultar atractiva para todos los gustos, y parece que por fín se ha recuperado casi en su totalidad de la herencia de Chris Bangle.
Donde más ha cambiado el nuevo F30 ha sido en la parte delantera. Ahora incorpora una llamativa parrilla en la que los nuevos riñones, más anchos, cobran más protagonismo. Los faros, más alargados y con los característicos Angel Eyes, se prolongan hasta la calandra, y devuelven a la berlina alemana esa imagen deportiva que siempre tuvo y que perdió en las anteriores versiones.
De perfil, y a pesar del aumento de longitud que ha experimentado -casi 10 cm y 2’5 de batalla- apenas notamos cambios en el diseño, aunque los hay. Desde el afilado frontal, el capó recupera volumen rápidamente y toma una musculosa forma hasta que llega al parabrisas. La cintura del coche permancece prácticamente recta hasta el pilar C. Los espejos retrovisores integran por primera vez el repetidor de intermitencia.
En la parte trasera reconocemos una actualización del modelo anterior, aunque con más anchura y unos pilotos que conservan la forma de los anteriores pero más alargados y convenientemente modernizados, que nos recuerdan a su hermano mayor, el Serie 5.
En el chasis, BMW ha centrado su esfuerzo en hacer un coche más dócil y más neutro de reacciones que su predecesor. Ahora el Serie 3 es más suave, y gracias a su equilibrado reparto de pesos, toma las curvas con una suavidad ejemplar.
En el interior se ha trabajado para que haya más espacio, habiendo ganado unos centímetros en todas sus cotas, especialmente en las plazas traseras, donde ahora dos adultos pueden viajar con total comodidad y con más espacio para las piernas.
En el salpicadero sigue habiendo algunas asimetrías que no serán del gusto de todos, pero gana en presencia y modernidad con respecto al anterior modelo. Los aireadores centrales son prácticamente iguales, como el mando de las luces, algo pequeño como ocurre en el Volvo V40. El climatizador tiene una pantalla un poco más grande y va situado por debajo de la unidad de audio. El panel de instrumentos tiene dos marcadores análogicos adicionales para indicar la temperatura y nivel de combustible. La pantalla central del navegador ya no tiene esa incómoda cueva sino que va al descubierto, algo muy de moda últimamente que hemos podido ver en el Mercedes Clase A y en el Peugeot 208.
El maletero ha aumentado su capacidad en 20 litros, llegando hasta los 480, una cifra bastante buena teniendo en cuenta que debajo lleva el diferencial y un complejo sistema de suspensión multibrazo. Es profundo, aunque tiene una boca de carga algo estrecha y sus formas son irregulares.
Hasta que llegue la versión firmada por BMW Motorsport, el 335i de gasolina es el motor más potente de la gama, y es el que hemos conducido. Toda una joya tecnólogica y un deleite para los sentidos que ya probamos el año pasado en el X3 y que nos dejó fascinados.
El propulsor es un 3.000 cc TwinTurbo de 6 cilindros, rinde nada menos que 306 cv y 400 Nm, y tiene una aceleración de 0 a 100 de tan solo 5’5 segundos. Equipa la caja de cambios automática ZF de 8 relaciones con levas en el volante, por lo que ha sido todo un placer poder conducirlo por las sinuosas carreteras de Sierra Nevada con el modo Sport activado.
Al llegar a una curva, reducimos de marcha con un ligero toque en la leva, y en cuanto superamos el vértice, aceleramos a fondo, experimentando un empuje bestial mientras vemos subir vertiginosamente la aguja del cuentavueltas. El logrado chasis del Serie 3 aguanta el embite sin inmutarse, aunque la excelente insonorización del vehículo hace que escuchemos el motor menos de lo deseado. El grueso volante y la posición de conducción tendida ayudan a poder mantener un ritmo rápido sin esfuerzo.
El modelo iba dotado con tracción integral xDrive, pero en el transcurso de la prueba no hemos experimentado pérdidas de tracción en las que haya podido intervenir el sistema.
BMW 530d Touring Pack M
El BMW Serie 5, que también va por su sexta generación -F10-, es la berlina de tamaño medio de la marca, y se renovó a finales de 2009 para sustituir al E60. Ya estaba disponible el año pasado en la Experiencia xDrive 2012 pero no tuvimos oportunidad de probarlo.
Este año sí que hemos tenido una toma de contacto con él, en concreto con la versión 535d xDrive en la variante de carrocería familiar denominada Touring. Nuestra unidad además venía equipada con el paquete deportivo M, un pack opcional que en el catálogo de BMW está valorado en más de 5.000 € y que incluye, entre otras cosas:
Estéticamente se diferencia bastante del anterior Serie 5, se nota el trabajo de Adrian van Hooydonk, actual jefe de diseño del Grupo BMW, que cambió por completo el planteamiento del nuevo F10 aportando unos renovados trazos que ganan en elegancia sin perder el dinamismo propio de BMW.
En la parte delantera destaca el prominente paragolpes, con grandes tomas de aire que dan al Serie 5 una apariencia más agresiva. Visto de perfil, apreciamos la mayor longitud y la reducción de altura llevada a cabo en la carrocería. El alargado capó y una marcada arista que recorre todo el lateral aportan solidez y fuerza al refinado diseño. La trasera se beneficia de unos pilotos más alargados y un aspecto más señorial.
En el interior, a pesar de la menor altura de la carrocería, se nota la mayor amplitud disponible. El nuevo Serie 5 ha ganado en espacio para las piernas, sobre todo en la parte trasera, y en esta versión familiar tambien se dispone de más altura.
El salpicadero del F10 es más continuista con el modelo precedente que en el Serie 3, aunque convenientemente modernizado. El panel de instrumentos es más grande y la pantalla del sistema multimedia esta más integrada, desapareciendo la elevación central tan poco acertada que tenía el E60. De esta forma, la parte superior del salpicadero vuelve a ser plana y da más sensación de amplitud.
El maletero del Serie 5 Touring es bastante grande, como corresponde a un familiar de esta magnitud. La capacidad es de 560 litros ampliable hasta los 1.670 litros debido a los respaldos traseros abatibles en tres partes. Además, es muy aprovechable gracias a su formas cúbicas y a la amplia boca de carga.
El plano de carga está situado muy bajo, lo que facilita meter y sacar objetos pesados o voluminosos, y además tenemos la posibilidad de abrir sólo la luneta. Los acabados son impecables, con una moqueta de color gris de muy buena calidad y argollas metálicas. Dispone también de la opción de apertura sólo con pasar un pie por debajo del paragolpes.
El BMW 535d xDrive monta el sobresaliente motor N57 de 3.000 cc y 6 cilindros en línea, con tecnología TwinPower Turbo, que combinando la inyección directa Common Rail y la turbocompresión en dos etapas con geometría de turbina variable, es capaz de ofrecer una potencia de 313 hp @ 4.400 rpm y un par máximo de 630 Nm desde tan solo 1.500 rpm.
El fabricante declara una aceleración de sólo 5’5 segundos y un consumo medio de 5’9 litros, unas prestaciones de infarto para una berlina de lujo de casi 2.000 Kg de peso.
En nuestra breve toma de contacto con el 535d hemos podido apreciar la extraordinaria respuesta del motor, espontánea y silenciosa. El gran confort de marcha y la absoluta comodidad que ofrece son envidiables, en parte por los ampios asientos y en parte por la magnífica suspensión y chasis, haciendo que en ningún momento se comporte como el pesado y largo vehículo que es.
El cambio automático Steptronic deportivo de 8 velocidades con levas en el volante, el mismo que montaba el 335i de la prueba anterior es una delicia, y permite extraer hasta el último caballo del brillante propulsor.
BMW X6 30d
El X6 es la versión coupé del X5, el SUV de lujo con el que comparte plataforma y gran parte de elementos, y es uno de los BMW más deseados y admirados por el público, siendo objeto de grandes y ostentosas preparaciones.
El X6 salió al mercado en 2008, pero recientemente ha recibido un restyling en el que se han actualizado faros, paragolpes frontal -con entradas de aire más grandes y apliques en símil aluminio-, y la gama de llantas, entre otras cosas.
El diseño exterior, a pesar de ser un voluminoso todoterreno, tiene reminiscencias deportivas que lo hacen más atractivo que el X5, aunque precisamente esta forma coupé le resta algo de polivalencia y practicidad. La caída del techo disminuye la altura de las plazas traseras y el volumen del maletero, y condiciona la visibilidad trasera.
En general, todo el interior está confeccionado con materiales de muy buena calidad, impecables ajustes y lujosos acabados. Las plazas delanteras son prácticamente igual en todas las cotas que en el X5 que ya probamos el año pasado, con una comodidad sobresaliente. El salpicadero y panel de instrumentos también son similares.
Aún disponiendo de gran espacio interior, la primera versión del X6 solo venía homologada para cuatro ocupantes, pero ahora, opcionalmente se puede pedir para cinco pasajeros con un sobreprecio de 400 €. En la versión de cuatro asientos, los dos traseros son bastante amplios, y están divididos por un gran cofre en el que hay distintos huecos para guardar objetos y dos portabotes.
A pesar el enorme tamaño y voluminosidad del X6, maniobrar con él es bastante fácil y cómodo gracias al sistema Surround View, que tiene una serie de cámaras de visión periférica repartidas por todo el perímetro de la carrocería.
El sistema comprende tres cámaras que proporcionan una visión cenital y facilitan las maniobras entre obstáculos, dos en las esquinas del paragolpes delantero para intersecciones con poca visibilidad, una de infrarojos en la calandra, otra más para el sistema de visión nocturna con detección de peatones y ciclistas, y una última en la parte superior del parabrisas que es capaz de leer las señales de velocidad y las líneas de la carretera.
Hemos podido conducir la versión 30d, con el motor diesel de 6 cilindros en línea, TwinPower Turbo e inyección directa Common Rail que entrega una potencia máxima de 245 cv a 4.000 rpm y un par máximo de 540 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm. Es el mismo motor que probamos en el BMW X5 el año pasado y que tanto nos gustó.
Como los anteriores, equipa el cambio automático de 8 velocidades con levas en el volante, y el sistema de tracción integral variable xDrive, que se encarga de mantener la motricidad del vehículo en cualquier tipo de superficie.
Conducir el BMW X6 es un deleite para los sentidos, en el que experimentamos cómo una mole de más de 2.000 kilos se mueve con la agilidad de un turismo y la absoulta comodidad de un SUV de alta gama. Además, la amplitud interior, la colocación de los elementos, el tamaño y tacto del volante y el magnífico rendimiento del cambio automático nos permiten disfrutar a tope del extraordinario potencial del motor de 245 cv.
BMW X1 20d
Hemos podido probar el BMW X1 en la prueba de estructuras, que es igual que la del año pasado.
El sistema de tracción xDrive junto con el control dinámico de tracción DTC del BMW X1, mejora y aumenta la tracción en cualquier tipo de firme, ya sea gravilla suelta o nieve.
Cuando las ruedas delanteras se hunden en la nieve y se quedan sin tracción, las ruedas traseras patinan y el DSC actúa para cambiar la potencia del motor y reducir la potencia necesaria para avanzar. La activación del DTC constituye una ventaja en esta situación, ya que se consigue mejorar la tracción sin perder un ápice de potencia.
El DTC también nos permite llevar la conducción al límite sin miedo a sobrepasarlo. Aumenta el deslizamiento de las ruedas motrices para garantizar una tracción óptima en todas las superficies. De esta forma podemos controlar totalmente el comportamiento del BMW X1 y el DSC pasa a un segundo plano. Los conductores que preferimos la conducción deportiva podemos activar el DTC para disponer de un margen controlado de derrapaje.
Si quieres comprobar por ti mismo las capacidades y comportamiento de la actual gama xDrive de BMW, puedes hacerlo hasta el mes de Abril en la plaza de Andalucía de Prado Llano, Sierra Nevada.
Galería completa de Fotos
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Texto y Fotos: Juan Gabriel Rueda.
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